Nunca podrán cerrarle los ojos

Este cuento me llega desde Argentina  y lo envía un lector de Super Cuba, su nombre es José López Romero.

Al igual que Jośe, todos nos imaginamos al Che de maneras distintas pero siempre con su grandeza histórica por delante.

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Así lo imagina Joś al Che, compartiendo su vida con su familia

Don Ernesto encendió un cigarro y se recostó blandamente sobre el sillón de hamaca. Aspiró profundamente una bocanada de su tabaco y entornó los párpados para pensar, algo que solía hacer últimamente, con frecuencia que no era casual. Elevó su memoria muy lejos, tantos años atrás, tironeando aquellas viejas historias que le parecían exageradas o increíbles a fuerza de recordarlas.

Porqué no refrescar los días felices de la niñez – dijo para sí – los diálogos cotidianos con doña Rosario – la cocinera de su casa – y aquella frase fatídica que le confió a ella a los nueve años, de «pegarse un tiro», cuando ya el asma era una carga tremenda para él. O sus queridos compinches de la infancia en Alta Gracia, chicos sin apellidos «vistosos o influyentes», hijos de trabajadores con quienes jugaba a la guerra con algunas frutas, apelando en ocasiones a las «gomeras» y utilizando peligrosamente cascotes como proyectiles. «¡Ah, mi costumbre de sacar a bailar a las chicas que no eran tan lindas! – exclamó tomándose la frente y sonriendo levemente con el cigarro pendiendo en sus labios – los versos de Neruda que le enviaba a Negrita, ella era mi prima, ¡pensar que casi fuimos novios».

Las volutas de humo envolvieron estos pensamientos, y quién sabe cuántos más, enmarcando su desinteresada actitud humana. Aleida, su mujer,  andaba por la casa, en el patio, en la cocina, moviendo cosas, ocupándose de escribir algunas cartas a sus hijos que habían quedado en la isla, su tierra de origen, la añorada  Habana de “tío Fidel” como siempre dice Aleidita.

A la vez ordenaba los papeles con escritos de su marido y los libros que dejaba por ahí alterando el orden de su querida casa, cercana al Monumento a la Bandera, de frente al río, donde ponía su acento de mujer. Ella siguió fiel a su aventurero Ernesto que quiso regresar a Rosario, lugar donde naciera, cuando sus padres bajaron navegando por el Río Paraná rumbo a Buenos Aires, desde Misiones, por asuntos del parto.

Miró hacia el sitio donde su hombre  pasaba gran parte del tiempo entregado a la lectura, su constante afición, o mezclado con el pasado del cuál nunca pudo desprenderse.
«Y todo a partir de aquel raid en el «cucciolo» con que recorrimos nuestras  provincias… ¡eso sí!, me traje la certificación del paso por ellas, que hacíamos  firmar en cada Automóvil Club.

En realidad no fue para mostrarle a aquellos que pudieran dudar de lo que hicimos, sino para convencerme yo, de lo que  habíamos hecho – cavilaba Don Guevara de la Serna hamacándose levemente. ¡Eh! – Dijo entusiasmado de pronto –  si hasta salimos en “El Gráfico».
Fueron doce provincias, casi cinco mil kilómetros y un montón de dificultades con otras tantas soluciones, entre pinchaduras y bujías empastadas, que signaron el espíritu andariego del joven Ernesto y un amigo.
«No puedo olvidar a la querida Tita Infante, que en los años de facultad me hablaba de Carlos Marx y de la revolución socialista. Esta problemática me interesó con todas las de la ley, ¡vaya que sí! Con ella dí los primeros pasos en la política y no es para presumir pero, creo que el algún momento se enamoró de mí. Pero ella tuvo mi respeto y solo fue mi mejor amiga.
Entre otras cosas, hay algo que me da vueltas adentro, una especie de ansiedad que no se disipa, como si algo que me pertenece estuviera olvidado. Mucho quedó allí, eso es, me gustaría regresar a La Higuera, para ver en qué quedó aquél pueblito, tal vez tratar de torcer los hechos que se vienen contando de hace años, es una deuda que me busqué y no pude saldar.

Dicen que hoy lo llaman “La Higuera del CHE”, y se me hace, ahora a la distancia, que aquella campaña en las sierras fue una osadía. Con un puñado de hombres no podía jamás vencer a la ignorancia, dar un vuelco histórico y plantar una vida digna a los campesinos de una Bolivia sin voluntades. Sé que siguen tan pobres como entonces y muriendo tempranamente, con muchos analfabetos incluso pero, nada podía lograrse sin ellos mismos, pobre gente, no se arriesgaron a despertar».
Con unos pocos trazos de la rica vida del Che, traté de imaginarlo aún entre nosotros, viviendo en su ciudad de origen aunque podría haber sido en su Alta Gracia de la Córdoba adoptiva. Primordialmente quise revivir al hombre recordando momentos sucedidos en los días de su pasión. Una foto  y un breve texto, clavado a una pared del mojón boliviano donde fue asesinado, dice: «Che, no pudieron cerrarte los ojos, por eso eres eterno».
Al caer prisionero, herido y con sus armas ya inútiles, eran las tres y media de la tarde y transcurrirían poco menos de veinticuatro horas para el momento de su ejecución a cargo del Sargento Terán. Según quedó en la leyenda, la inmensa figura del guerrillero argentino era demasiado fuerte para él, aunque lo viera vencido, con heridas expuestas, desaliñado y sin fuerzas. El Che, desde su posición que habrá considerado una afrenta para un guerrero, miró a un  verdugo que se revolvía en su temor y le dijo que hiciera lo suyo, que solo apuntara bien y  mantuviera la calma. Diría además, como un pistoletazo o un manifiesto rebelde a nombre de sus compañeros mártires del imperialismo;…»¡usted va a matar a un hombre!».
Cada 9 de octubre, el pueblo que antes no entendió su propuesta revolucionaria, le rinde culto. Un monumento perpetúa su memoria, a su pie los pobladores y visitantes  ofrendan flores y encienden velas. Cuentan que luego de los disparos, alguien  acudió a la vieja escuelita.

Ernesto yacía con su ropa verde oliva ensangrentada, convertida en jirones. Mirar sus ojos daba escalofríos, era como si estuviera vivo, sin temor en sus pupilas. El matador  no  estaba, ante tal circunstancia se había marchado espantado. Premonitoriamente, Terán, que aún vive y no tiene paradero conocido, vio en ese  rostro, al hombre que la posteridad convertiría en emblema. La figura y el pensamiento que una y otra vez renace en cualquier parte del mundo donde se luche contra las injusticias.


12 comentarios en “Nunca podrán cerrarle los ojos

  1. Yo también doy por terminada la polémica, óyeme una cosa, no tengo sitio, no todos tienen que tener sitio y solo tengo internet y un correo de trabajo, lo otro lo hago por teléfono, esa es mi opción. Y este es mi nombre. Estoy en contra de todas las dictaduras, las de derechas y las de izquierdas, por lo general más sofisticadas pero todas son lo mismo.

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  2. Amigo, con este manifiesto doy por terminada la polémica que no estuvo en mi ánimo iniciar, solo atiné a una defensa ante un ataque verbal que no se merecía el momento. Dije Madriguera porque quise entrar a tu sitio y fracasé en el intento, al revés que yo, que expongo mi nombre buenamente, tú te escondes detrás de un artilugio medio cobardón. No conozco Cuba personalmente pero si por los comentarios fidedignos de una hermana, periodista como este oficio que me ocupa, que estuvo en la isla un par de veces y no anduvo por la zona turística solamente sino que libremente caminó por donde quiso y habló con el que se cruzara. Mi país adhirió en el nacimiento del bloqueo que pergeñó ese falso héroe, JFK, el mismo que ustedes mataron anos después, inventando un asesino comunista, a su vez acabado por un hampón que tampoco tuvo larga vida. Ayer se dictaron sentencias a los genocidas argentinos a partir del 76, práctica militar respaldada desde siempre por los medios económicos que no quieren ni nunca querrán, que la clase trabajadora tenga derechos de su mismo tono. Esto no será posible jamás en tu país, porque suba quien suba a la presidencia, invada a quien invada y mate a quien mate, gozará de impunidad hasta que se muera de viejo. Los «campeones USA», como leí alguna vez por ahí, de pluma estadounidense, se las arreglan metódicamente para eliminar sus escollos políticos internos, sino vamos a las pruebas, pero no vale el esfuerzo hacer una lista de vuestra atrocidades, porque para muestra basta citar que la única bomba atómica que se arrojó sobre poblaciones indefensas, EN EL MUNDO, tuvo como ejecutores a tu gente. En el conflicto de Malvinas, más allá de que nuestros represores se metieron a lo hondo para tapar sus crímenes contra nuestro pueblo, ustedes y otro genocida, Pinochet, defendieron a los colonialistas ingleses. No entiendo aún, tanta saña y desmedida ambición de una raza que para sostener el buen vivir siembra guerras y asuntos sucios de toda índole, en cualquier parte del mundo.
    Amigo, en mi país aún tenemos, somos muchos, la dignidad de afirmar nuestra realidad con aquellos ejemplos que nos parecen más apropiados, y Ernesto Guevara lo es. Si creer en los valores y no en la simple moneda, es ser romántico, ¡allá voy amigo!, claro que lo soy, pero nunca nos veremos en la misma vereda.

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  3. Mira José, no se a qué madriguera te refieres, vivo libre y digo lo que me venga en ganas porque de eso no depende mi diario. Para mi el Che no es paradigma, eso es todo. Tu visión romántica del Che no es la mía. El tema Cuba es muy complicado y evidentemente no lo conoces, desde afuera es muy fácil hacer juicios.

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  4. José, no se a qué sitios o madriguera te refieres, yo vivo libre, en una pequeña ciudad del sur de los Estados Unidos,absolutamente apacible,no tengo necesidad de esconder nada y digo lo que me venga en ganas porque mi standar de vida no depende de mis posiciones ideológicas.Me mantengo con mi trabajo y me es suficiente.
    Me alegra mucho que tengas el privilegio de estar con tu hijo en Córdoba, sí, porque eso para cualquier cubano es un privilegio, el gobierno cubano no los va a exonerar de los 150 cuc del permiso de salida aunque sea para ir a rendir tributo al Che. Claro, si el hijo es menor de edad ni soñarlo porque Cuba como protege tanto a sus menores solo les permite viajar a título personal de manera definitiva.

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  5. Estos detractores, como se autodenominan, son tan democráticos que no se puede entrar a sus sitios o madriguera donde esconden sus prejuicios y su odio. El «yoízmo» no me gusta y no profeso el autobombo pero, cuando entro en una polémica, aunque esta no lo es por la vaguedad y tibieza de los argumentos de tal o cual desconocidos, lo hago con nombre propio. Este fin de semana estaré por Córdoba, y en una de sus ciudades, donde el Che pasó su infancia, estaré en la casa que lo cobijó, siguiendo los pasos de mi hijo que lleva a Ernesto tatuado en su piel, por respeto y admiración. «Hasta la victoria siempre»

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  6. El Che tiene fervientes defensores y fervientes detractores, me incluyo en estos últimos. Para mi no era un alma tan noble, lo mismo ordenaba fusilamientos que estaba dispuesto a irse a cualquier lugar a fomentar la guerra, una verdadera injerencia en los asuntos internos de otros países, eso sin contar que su familia no contaba a pesar de las anécdotas que ahora hace su hija Aleida que ha sabido vivir de la memoria del padre.
    Fidel Castro, demostrando una vez más su inteligencia maléfica se lo quitó de encima porque a no dudarlo popularidad tenía y el otro siempre ha temido que le puedan hacer sombra. Lo mandó a Bolivia a que lo mataran, no había tal apoyo, de nadie.
    Después de eso pues a crear el mito y sacarle dólares a su imagen.

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  7. El Ché era otro con peo de pasar a la Historia. Posiblemente mató a tantos por miedo. Quien tenga dudas de si el Ché, Fidel y Raul fueron positivos, dense un viaje por el país que ellos destruyeron. Estas gentes son sólo aventureros sin ideología alguna.

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  8. Me entrometo en esta polémica que toca la memoria de Ernesto Guevara, nuestro Che, y digo que este discurso de Adane tiene que ver mucho, por no decir todo, con el agravio a un ser que dio lo más preciado que es la vida. Y podría contarle cosas que llegarían a esclarecer su pensamiento, pero allá con su alma no?, recuerdo mis 18 años de mis 5 en la marina de guerra, cuando comenzaba en Argentina la lucha guerrillera contra un nuevo golpista militar (1966), y nos adiestraban en los montes para posibles enfrentamientos. Una de las partes más fuertes era el lavado de cerebro a que nos sometían nuestros oficiales, donde los programas de estrategia en combate eran norteamericanos (sacados de Vietnan), hasta la forma de las raciones de comida les copiaban. Cuando me fui de baja, llevé conmigo el libro de Ricardo Rojo, «Mi amigo el Che», que había conservado a escondidas en el barco. La figura de Juan Perón (tres veces presidente) y Evita, su mujer, eran mala palabra y del mismo modo nos adoctrinaban malamente, igual que con Guevara y Castro, ensuciando sus figuras y sus pensamientos altruistas. Hoy sufrimos embestidas de los mismos sectores, los poderes económicos, principalmente los terratenientes y los medios de comunicación que los respaldan y tienen el monopolio de lo que se dice en el país. Hay que resistir, pero no es fácil, se puede ver lo que han hecho en Paraguay y lo que pasará en México, por las elecciones ganadas por los dinosaurios. Un abrazo

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  9. Cdo yo tenia 18 anos y me gane una beca para estudiar en la bulgaria comunista por alla por el ano 84 gracias a un convenio que existia entre los antiguos paises del CAME y Cuba me encontraba en casa de unos bulgaros compartiendo y eso me dijeron del Che asi mismo como tu te sientes ahora me senti yo , senti mucha rabia mucha ira inclusive discuti eleve mi voz en fin me dolio luego anos mas tarde en italia trabajando ya como musico igual me sucedio la misma anecdota y ahi si me faje inclusive me botaron de la casa yo mostre con orgullos esas moneditas que existian antes en cuba no se si aun circulan de forma monetaria , las monedas de 3 pesos con la figura del Che No entendia porque me decian que el Che era un asesino de los peores de la historia hasta que vi testimonios de familiares que el Che entre otros habia cortado la vida de muchas gentes inclusive gente joven sin pensarlo dos veces son muchos los testimonios que he leido que he visto de muchos asesinados en la cabana en la Habana algun dia cuando se te abran mas los horizontes cuando leas y estudias de forma imparcial te daras cuenta que si asesino si fusilo sin piedad

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  10. Gracias amigo, que el cuento esté en Cuba ya es un halago, como un sueño cumplido pero, debo corregirte de buena onda, yo soy de Argentina, y el texto fue publicado en Chile, obviamente en mi provincia y en un blog español. Estar posteado en tu sitio me hace feliz. Un abrazo.

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