Mi prensa y mi país

Alberto Manuel León Pacheco

Cubano leyendo la prensa

Los medios cubanos deben apegarse más al pueblo y menos a políticas editoriales.

Este post lo tengo atorado en mi mente desde hace mucho tiempo. Cuando estaba en 12 grado y había obtenido la carrera que anhelaba, el mundo se me antojaba pequeño por la felicidad que me embargaba. Luego de la euforia personal y familiar por mi éxito, vinieron los sinsabores.

La gente que me rodeaba, al saber que ya terminaba el preuniversitario, lógicamente, me preguntó por el camino tomado. Al responder que el periodismo era mi brújula laboral, casi todos me contestaron:”El Periodismo es muy bonito (hasta ahí todo bien) lo malo es que no vas a poder decir lo que quieras (ahí mismo comprendí donde había caído).

Quiero aclarar que los que me dijeron, y me dicen, esa frase (parece que todos se la saben pues es la misma que me repiten desde hace 5 años) me “sobrellevaron” por respeto o por la cercanía emocional. Los más, fueron tajantes:” Tú también vas a decir mentiras”

¿Como creen ustedes que me sentí al escuchar esas palabras ofensivas a lo que tanto había luchado por obtener?

Por supuesto que eso me llevó largas discusiones con muchas personas. Si no defiendo mi profesión ¿qué me queda?: dinero no voy a ganar mucho, y con la opinión que tienen mis conocidos de los medios solo me queda hacer bien mi trabajo para ganarme poco a poco el respeto de todos esos que me condenaron sin haber comenzado. Es necesario hacer la salvedad para no ser absolutos: existen periodistas muy respetados y queridos por el pueblo, pero son una minoría.

En estos momentos, que se esperan cambios durante la celebración de la Conferencia del Partido en enero del 2012, en los medios digitales se ha comenzado un debate sobre la prensa cubana a raíz del artículo de Guillermo Rodríguez Rivera.

Ahora artistas, disidentes y periodistas extranjeros aprovechan para desahogarse y dárselas de “veladores de los intereses del pueblo cubano” que necesita una prensa que refleje la vida cubana “sin triunfalismos, secretismo y con la crítica como arma principal”.

Qué fácil es hablar cuando no se está a diario dándole la cara a la sociedad o en un redacción tratando de hacer que la información sobre una reunión o asamblea que le mandaron a hacer sea digerible al menos lo más importante. O tal vez haciendo una crónica sobre el terrorismo o 5 héroes y ya no se sabe que se va a decir de nuevo sin caer en lugares comunes. Entiendo que el trabajo ideológico es importante pero su repetición causa enajenación y rechazo en el receptor. Qué más quisieran esos hombres y mujeres, que hacer el Periodismo que siempre soñaron: profundo, variado e incisivo.

Pero mientras Raúl Castro dice que la prensa debe hacer un periodismo ágil y crítico, los jefes que llevan el control en cada medio, dígase jefes de información, directores de medios y jefes de páginas, entre otros prefieren no publicar trabajos incómodos para mantener el puesto o para no buscarse problemas “ideológicos”.

Cuántas veces he visto buenos trabajos que tratan temas sensibles de mi provincia ser engavetados porque “es mejor no sacarlo ahora” “las circunstancias son complicadas” o simplemente por que al jefe( ministro, el de la provincia o el del municipio) del sector implicado no le conviene que sus deficiencias salgan a la luz pública y que el pueblo cuestione su trabajo.

Cuándo será el día en que no tengamos que esperar a que un directivo de una empresa o institución se digne a darnos una entrevista sin necesidad de esperar una autorización de “la nacional” o del ministro. ¿Es que acaso todo lo que me pueda decir un director o un ministro es de seguridad nacional?

Por desgracia, muchos de los decisores tienen incorporado a su sistema, la mentalidad de plaza sitiada que tanto daño le ha hecho a Cuba. Con la justificación de no darle armas al enemigo, hemos alimentado un secretismo que es muy difícil desterrar en estos días.

Cuba

La prensa tiene una dura tarea en la Cuba de las reformas.

Todavía no me he graduado pero ya siento esta profesión como parte de mi existencia y la defiendo en cualquier tribuna donde haga falta. Mientras no se eliminen los mecanismos establecidos, que funcionaron en determinado periodo histórico, y se le dé la autonomía a los medios de prensa para decidir lo que se publica, sin miedos a decir las cosas que suceden en la isla, estaremos disparando al aire de la indiferencia.

Que triste es que mientras los medios nacionales esperan para publicar ciertas informaciones ya los medios extranjeros la publicaron primero que nosotros. El dicho popular dice que si usted se quiere enterar de lo que pasa en Cuba ¡No lea Granma o Juventud Rebelde!

El pueblo habla y comenta y lo hace con razón. Si nosotros somos los encargados de darle la información que necesita y llenamos nuestros medios con informaciones sobre planes sobre cumplidos, la maldad del sistema capitalista, las bondades de la revolución y creamos ese mundo idílico por el cual muchos dicen que quieren “vivir en el televisor”, entonces el ciudadano común deja de creer en lo que le decimos y eso es lo que ha sucedido en Cuba.

Mi madre, que es la revolucionaria más convencida y ejemplar que he conocido en mi corta vida, no lee casi el periódico porque “es el mismo todos los días”. Además “lo mismo que está en el Granma, está en Juventud Rebelde y te lo da el Noticiero Nacional en las tandas de la 1PM, 8PM y a las 12 AM, y al final no no ves en la mesa la papa, la leche y carne y otros productos que “producimos”

Con discursos y artículos criticando la prensa no se resuelve el problema. Somos nosotros los que debemos determinar lo que es noticia y lo que no. Esos temas tabúes como disidencia, corrupción, desertores y otros incómodos, deben ser tratados públicamente para que la prensa juegue un papel como regulador de la sociedad.

En todas partes del mundo todos los que tienen negocios turbios, políticos corruptos o que de cierta manera no están en ley, les tienen miedo a los periodistas ya que estos pueden exponerlos ante la sociedad. En mi opinión esa es la función que le falta a los periodistas cubanos.

El día que eso suceda, el corrupto, el desviador de recursos, el delincuente y los “luchadores” tendrán mucho cuidado de coger lo que no es de ellos.

La Conferencia del partido es el momento que todos esperamos para ver los cambios. Otra cosa no debe suceder. Si queremos que la prensa vaya acorde a los cambios en la economía y en el país deben romperse los viejos moldes y esquemas de producción de noticias. Deben existir las agendas públicas y cumplirse al pie de la letra.

Hasta que no se eliminen todos esos mecanismos de censura y autocensura que hemos implantado en nombre de la defensa de la revolución, y que ahora tienen el efecto contrario, puesto que provocan el rechazo en el pueblo por la no identificación de los medios de comunicación con sus necesidades espirituales y materiales; no podremos tener una prensa que cumpla su función y recupere la credibilidad y la confianza del pueblo cubano, necesaria para la construcción del modelo de sociedad que proclamamos desde hace más de 50 años.

12 comentarios en “Mi prensa y mi país

  1. Amigo felicitaciones por el articulo claramente preciso y concreto en lo que planteas,me gusto mucho!, siempre tus articulos tienen esa linda mezcla de tecnisismo y sentimiento igualmente esto de lo que “no se dice o se disimula” pasa en todos lados no solo en cuba, por lo menos también en Argentina. y para eso estamos nosotros los jóvenes que venimos un poco a romper esos esquemas!
    Admiro tu fuerza y gusto por lo que haces! siempre Pa ‘ lante como dicen por allá besos desde Argentina

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  2. Que bueno alberto, que nunca te fallen esas fuerzas, y auqnue encuentres el camino empedrado no te detengas, pero siempre con la verdad por delante que no se convierta en chismes ni en
    manipulacion tu prensa.

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  3. Creo que tienes razón en gran parte de lo que expones. Yo soy periodista de la radio en Granma, y te aseguro que por lo menos a mi, que conduco un informativo al amanecer, nunca me han dicho que no hable de esto o aquello. Es cierto que algunos de nosotros, periodistas de cualquier medio en Cuba, tenemos una autocensura que lastra los conceptos que debemos defender. Mi criterio es que los periodistas tienen que romper esas barreras. Recuerdo que hace muchos años, quizás el doble o el triple de tu edad, había en Bayamo una especie de experimento con un equipo destinado a desgarrapatizar el ganado. A la sazón yo tributaba informaciones para CMKC Radio Revolución de Santiago de Cuba. Fui a ver esa experiencia y envié la informacion, que se publicó inmediatamente. El revuelo causado por la difusión de ese ¨secreto¨¨ me trajo problemas, primero, con la persona que estaba al frente del citado experimento, luego con otras personas vinculadas con el sector periodistico, pero lo mejor que sucedió es que se enteró todo el mundo del asunto. La moraleja es que uno no puede estar esperando la orden para hablar de esto o de lo otro. Tenemos que hacer periodismo de investigacion con temas que lleven a la población la información que necesita, sea de un hecho de corrupciòn, de pederastia, de robos, malversación.
    Creo además que escribes muy bien, y que tienes por delante un futuro prometedor para ti y para la profesión que defiendes.

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  4. Muy buen articulo,me encanto,lo mismo le digo a iroel en su blog,pero no me entiende,y piensa que yo estoy en contra del sistema,vivo aqui en FL,USA,estoy bien.Quiero y deseo lo mejor para mi pais,una prensa critica e investigativa,puede lograr grandes avances,gracias;Rafael

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  5. Oye, está buenísimo, debieras presentarlo a Pimentel para el aniversario ahora en enero. Hazlo con tiempo. Y no se parece al mío, el tuyo se va por otra vertiente, más amplia aunque coincidan una o dos frases. felicidades, me hiciste sentir orgullosa de ser parte de esta lucha por hacer el periodismo de mi país mejor.

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  6. Alberto eso suena al buen periodismo que reclama, desde hace mucho tiempo y en estos tiempo mas, nuestra sociedad, cuando todavia estaba estudiando estas cosas las oia de los profesores, y los «viejos periodistas», cuando llegaban las practicas me pasababa, nos pasaba, te pasa y dices, !Caramba, pero cuan dificil!, eso te provoca un comentario enfurecido a los colegas y hasta una risa ¿!!!!a que si!!!?. Pero te anuncio que en la vida laboral, esta que desde hace poco estoy inyectandome en el cuerpo de la periodista que qiuere ver cosas diferentes y a su gente envuelta en una sociedad donde los errores no tengan espacio, te digo !Ponte fuerte!, que aca, todo el dia tratando de hacer tu labor social y detras de una PC que te ve llegar y sabe que intentaras un monton de cosas para la gente que te lee, te escucha, te ve, te sigue, es mas difici, ahacen falta todas esas buenas ideas, aqui en el campo de «la cosa», ¿te acuerdas?

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  7. Me parece muy bueno tu articulo, pero me imagino que estes hablando de un periodismo coherente y responsable; que no se dedique al «amarillismo» o palo periodistico como primer objetivo. Aqui en los paises donde se practica el periodismo «libre» padecemos de una desinformacion y manipulacion gigantesca……solo hay que seguir una noticia por un tiempo para darte cuenta de como la manipulan y tergiversan para inclinar tu opinion hacia donde desean, o simplemente por un poco de dinero. Te deseo mucha suerte y perseverancia en tus objetivos………Y MUCHA HONESTIDAD…….

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  8. Comenzaste bien tu oficio de comunicador, me causa admiración que partas de estos tus principios para hacer tu trabajo, no desmayes, que debajo de cada piedra puede que te encuentres un personajillo de esos que has descrito tan bien. De esos, que mientras te hacen esperar en un lobby, para «atenderte», primero levantan el teléfono buscando una brújula «más arriba», que le autorice a recibir a un periodista incómodo. Y cuando ¡al fin! la secretaria te dice: «dice el director que pase» y te abre la puerta de su despacho como si fuera un bunker, pareciera que tu objetivo de búsqueda de información «ya está en tus manos». Nada, pues muchos de esos encuentros abundan en comentarios alejados de tu tema. Diluido el tiempo en metáforas. ¿remedio? cáele por todos los flancos y despídete amablemente después de sorber el café brindado.

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  9. Hay una realidad, los medios de prensa defiendem siempre los intereses de sus dueños, y en Cuba el deño de los medios de prensa es el Estados, por tanto y demás jamás veremos en el granma una crítica al presidente, algo que yo detesto pues el presidente como todos en este mundo cometemos errores y quienes mejor que los periodistas para decirlos y publicarlos en los medios del pueblo.

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